viernes, 14 de diciembre de 2018

VELOZ - RELATO

Un matrimonio de gitanos


habían tenido un niño, demasiado blanco para el gusto del gitano.



Una noche, lo dejaron en el monte,


 y se alejaron con su carromato


entre los aullidos de los lobos


Una loba, vio al niño 


y lo llevo a su cueva.


donde lo amamantaría junto a sus cachorros.




Tenía el niño tres años cuando le mordió una loba, enferma.


y ya no volvería a ser un niño normal.



Pasaron los años, y una tarde,  José


que junto  su esposa, María


y su hija, Rita,




andaban cogiendo leña en el monte, vieron al niño, ya hecho un chico, subiendo a un árbol
.

Estaba desnudo, y le dijo, José, a su hija.
-Es un niño salvaje. No mires.


A Rita, le dio la risa, y seguía mirando.




El chico, saltando de árbol en árbol, desapareció.


Esa misma noche, estaba Rita en su habitación 


y vio al chico, que estaba mirando por la ventana


A la mañana siguiente, Rita había desaparecido. 
José, 




pensó en el chico del monte y organizó una partida de caza con tres amigos.


Lo único que cazaron fue un conejo, que iban a cenar, bajo la luna llena




cuando vieron a la bestia. Era un hombre lobo y venía hacia ellos.


El susto fue terrible


y escaparon los cuatro cómo almas que persigue el diablo.
Pasaron los años, y Veloz, 


que era el nombre que le pusiera Rita, ya sabía hablar y comprendió que aquella no era vida para su familia y le dijo a Rita que se fuera para casa de sus padres y que se llevara con ella a Andrea



y a Carlitos


sus dos hijos, para los que robaba ropas en los tendidos.


Rita, regresó a su casa con sus hijas.



José,




que daba a su hija por muerta, al verla, con sus dos nietos. hizo una fiesta.




Pero llegó la luna llena


y con ella la transformación del hombre en lobo,


El lobo fue a buscar sus cachorros. Lo estaban esperando. Ocho balas de plata lo dejaron mal herido.


Rita, lloraba, desconsolada, pues el lobo se había vuelto hombre.



Fueron a buscar una meiga. 




Curó sus heridas y le dio una pócima.


Y volvió la luna llena, Rita, la estaba mirando


 y le dijo a Veloz, que la estaba mirando con ella:
-Es preciosa.
-Preciosa, eres tú le respondió Veloz.


En el monte, una loba, enferma, había vuelto a la manada, y le aullaba a la luna.


José Enrique Oti García,

¿FIN?

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